martes, 2 de julio de 2013

Ergonomia General

Si bien es cierto actualmente el trabajo es una de las necesidades mundiales más grandes que existe en el mundo,  la palabra “trabajo” se puede definir de diferentes maneras y abarcando puntos de vistas que en algunos casos se alejan de la realidad ideal de muchas de las personas; El concepto del trabajo  puede ser abordado desde diversos enfoques. Su definición básica indica que es la medida del esfuerzo hecho por los seres humanos. Para la visión neoclásica de la economía, por ejemplo, es uno de los tres factores de la producción, junto a la tierra y al capital; Otras formas de trabajo posibles son el trabajo autónomo productivo (gestionado a medidas de cada uno de los implicados) y  trabajo ad honorem que no implica una retribución económica (generalmente realizado con fines sociales o educativos).

La mayoría de las personas tratamos de enfocarnos en realizar lo mejor posible el trabajo, por factores que pueden ser tangibles o no, (remuneraciones salariales extras, bonos, horas de descanso) o por voluntad propia de resaltar sobre los compañeros y hacerse “notar” un poco más; es aquí donde surge el problema o la disyuntiva con nuestro cuerpo; pretender ser “el mejor”, “el más eficiente” o el “más productivo” muchas veces nos lleva a desarrollar sindromas de Estrés laboral.

Se entiende por estrés, según el gabinete psicopedagogo de la universidad de granada, como la respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante las situaciones que nos resultan amenazadoras, desafiantes o las que nos producen una exigencia o sensación de inseguridad de lo realizado. El estrés actualmente se considera una de las causas de ausentismo más grandes a nivel laboral. Según la Organización Mundial de la Salud, los efectos o respuestas fisiológicas que derivan del estrés se pueden enfatizar tanto que causan contracturas musculares a nivel de la columna cervical, la cual puede desencadenar dolor a tal nivel que se afecta la movilidad articular y causa rigidez secular en cuello.


Los niveles de autoexigencia en el trabajo, es decir, que tratamos de sobrepasar nuestros límites, en este caso productivos o por el contrario no aceptamos el entorno laboral (actividad desarrollada, compañeros, infraestructura, equipos, etc) se puede desencadenar “Estrés” en nuestro cuerpo, lo cual sería una respuesta autónoma de nuestro cuerpo, actuando como defensa,  blindándonos y permitiendo que no continuemos sobrepasando nuestros propios límites o incrementando el deseo de inferioridad según sea el caso.

Lo más recomendable es buscar alternativas viables que nos ayuden a mejorar las condiciones laborales. Partir desde el punto que “ EL TRABAJO” desde un inicio se vió como una actividad, desgastante, agotadora, la cual para poder ser realizada debían recibir una remuneración o algo a cambio solicitado por el que ejecuta la actividad; entonces, enfocado a la vida actual, el TRABAJO no es grato para nadie, sin embargo pensemos que el trabajo es la vía que requerimos para superarnos, para alcanzar metas y mejorar calidad de vida propia y de nuestro entorno familiar. Buscar la manera que el TRABAJO que desempeñemos sea agradable para nosotros mismos y si no es el caso, adaptar en la medida de lo posible la situación para que nos resulte lo más satisfactorio y agradable.

Siempre es bueno saber, que existen alternativas que se pueden poner en práctica para mejorar la condición de aceptación del entorno laboral más si esta nos desencadena estrés, pero para esto detecta a tiempo estos síntomas o señales (gabinete psicopedagogo de la universidad de granada): Emociones ( ansiedad, irritabilidad, miedo, fluctuación del ánimo, confusión o turbación), Pensamientos ( excesiva autocrítica, dificultad para concentrarse y tomar decisiones, olvidos, preocupación por el futuro, pensamientos repetitivos, excesivo temor al fracaso).

Entre las alternativas para mejorar la condición se encuentran:

1. Relájate. Realiza actividades que te permitan renovarte física y psicológicamente: descanso, vacaciones, deportes y actividades de ocio, técnicas de relajación.

2. Haz ejercicio. Las actividades físicas como caminar, nadar, o incluso limpiar el cuarto, reparan nuestras fuerzas y nos reaniman.

3. Mantén una dieta saludable. Evita la automedicación y el abuso de cafeína, alcohol y comidas.

4. Sé asertivo. Establece límites, aprende a decir que «no».  Suspende las actividades que son menos prioritarias, es decir, “escoge tus batallas”.

5. Organiza tu tiempo. Prioriza y estructura tus actividades y expectativas.

6. Intenta mantener  expectativas realistas. Esperar demasiado de uno mismo o de los demás, exigirte perfección o ser inflexible con las prioridades puede generar mucha frustración.

7. Comparte tus emociones. Busca alguien con quien conversar y expresar tus emociones, tanto la risa como la pena y la rabia.

8. Anticipa las situaciones estresantes y prepárate. Imagina la situación (el examen o la entrevista, por ejemplo) y practica tus respuestas y reacciones para estar preparado.

9. Ordena tu espacio personal. (Escritorio, área de trabajo, oficina, puesto, etc)

Busquemos alternativas, las cuales nos ayuden a mantenernos saludablemente en nuestros trabajos, Recuerden la Salud es tarea de Todos...

miércoles, 19 de junio de 2013

ERGONOMÍA EN EL HOGAR

En el día a día, hacemos actividades que sin darnos cuenta nos suman un punto en contra a nuestra salud, afectando directamente nuestro sistema musculoesquelético.
Vamos a comenzar a prestar un poco más de atención y fomentemos la cultura preventiva!

jueves, 30 de mayo de 2013

Ergonomía, Peso y Costumbre

La realidad de muchos, es que desde niños nos hacemos la idea que somos personas que nacemos, crecemos y vivimos manipulando carga pesada. Desde el colegio inicia nuestra labor, bolso, libros, juguetes, potes... En Fin a esa edad pesamos 13 0 15 kg y cargamos entre 5 y 7 kg.
Desde Ahí nace nuestra Cultura de "Cargadores" es lamentable vernos de adultos como nos creamos nuestro "sistema de vida", no nos percatamos de como hacemos las cosas y dejamos en Automático el hecho de actuar sin pensar, forzamos al máximo nuestra columna ejecutando movimientos inadecuados (flexión marcada, extensión, rotación o la sumación de todos).
 
 
 
En una vida tan cambiante,  debemos empezar a incluir la Ergonomía desde la casa, ser ejemplo a seguir de nuestros hijos, en el cole que los profesores faciliten y fomenten información, desde ahí desde esa primera etapa de estudio es donde los niños pueden formar la idea de prevención.
¡La cultura Preventiva es Primordial para Una salud Plena!